Adam a base de fragmentos muestra parte de su autobiografía, de manera no lineal, alternando pasado y presente. Está escribiendo el libro desde París, donde vive en el momento de la escritura, concretamente en un gran edificio donde tiene que llevar auriculares para escuchar música o para aislarse de los ruidos en el bloque.
En Dos Ciudades (Ver Aquí), había trazado su vida en Gliwice hasta los dieciséis años. Aquí, en contadas ocasiones se retrotrae a su época inicial y muestra momentos de su vida a partir de su llegada a Cracovia con dieciocho años en 1963, a la calle Dluga; en un alojamiento pequeño propiedad de la señora Ch., dueña algo desagradable y su criada Helena, que también trabajaba en el servicio de desratización a hora temprana de la mañana. Ambas mujeres se enfrentaban continuamente. En este ambiente, Adam escapaba a las clases y a pasear para alejarse de su odio.
Pronto se trasladará a otro piso, propiedad de un funcionario del juzgado, correcto y sencillo al que cuidaba su amable esposa a la que gustaba cocinar.